
Construyendo el campamento
El tiempo era bueno a comienzos de febrero de 1959 en la zona de los Urales. Idóneo para que una decena de estudiantes y experimentados alpinistas iniciaran unos días de expedición y aventura en la montaña. Igor Dyatlov, de 23 años, encabezaba aquel grupo mixto que en absoluto podía presagiar su fatal destino cuando emprendió la marcha hacia la base de la montaña de Otorten.