Las confusas noticias en la central nuclear de Fukushima, todavía por determinar con calma (el paso del tiempo ya se encargará de ello), nos traen irremisiblemente a la memoria la tragedia de Chernobyl considerado el accidente nuclear más grave hasta la fecha y del que pronto se cumpliran veinticinco años. Esos recuerdos nos traen a la mente imágenes muchas veces vistas de la ciudad fantasma de Prypiat, de Chernobyl y otras ciudades cercanas, con sus calles desiertas, los edificios abandonados, la naturaleza habriéndose paso a través del cemento contaminado y los objetos cotidianos de sus antiguos habitantes cubiertos de polvo radiactivo en un lugar en el que el tiempo se detuvo en un instante, un lugar consierado el más tétrico del mundo.