
Everest Imagen: Presscluboftibet.org
A escasos ochocientos metros de la cumbre del Everest, en el lugar conocido como la zona de la muerte, se encuentran desperdigados medio centenar de cuerpos de alpinistas fallecidos en su intento de escalar la montaña más alta de nuestro planeta. Algunos descansan en tremendas grietas conservados por el hielo, otros siguen colgando de la cuerda de escalada en peligrosas paredes casi verticales, y uno reposa en la misma ruta de acceso a la cumbre por lo que puede ser visto por las expediciones que se dirigen hacia la cima, lo llaman “el saludador” por la postura en que quedó al morir.
Continuar leyendo